“Una buena Vida”: “¿Qué nos hace felices?”

Recorrer la vida de, al menos 700 adolescentes y sus trayectorias vitales en Boston, desde 1938 al presente, implica un extraordinario estudio liderado por los profesores Robert Waldinger y  Marc Schulz, de la Universidad de Harvard, EEUU. Esta investigación longitudinal, nos permite ver en perspectivas los determinantes socio-culturales de los ciclos de vida y los sellos personales que cada un@ puede imprimirles, acorde a decisiones, a afrontamientos de las crisis naturales y a las no esperadas; al modo como cada un@ es influenciado por contextos y mandatos históricos culturales. Y cómo esto se va imprimiendo en los cuerpos y en la salud, en las interacciones.

Los focos del estudio estuvieron abocados a seguir el desarrollo profesional/laboral y personal de cada uno de los participantes del estudio, con lo que ello implicó día a día, en varias generaciones.

En el índice del libro, y sin ánimo de estropear la lectura del estudio, describen sus resultados y  conclusiones, en los siguientes capítulos: “¿qué hace una buena vida?, por que las relaciones importan, las relaciones en el sinuoso camino de la vida, buena forma social, prestar atención a tus reacciones, seguir el ritmo, la persona a tu lado, la familia importa, la buena vida en el trabajo, todos los amigos comportan beneficios y con la conclusión de: nunca es tarde para ser feliz”.

Concluyen, en base a los resultados de su investigación, en que existen tres dimensiones claves, interdependientes, para lograr esa felicidad – esa buena vida, ese bienestar -, a la que cada persona aspira, las que se muestran en imagen siguiente, denominado como los:

Ejes del bienestar, de Waldinger y Schulz. 2023

Veamos que considera cada una de ellas.

1.Amor y conexiones.  

Una de las preguntas que formulan en sus cuestionarios es “¿cuál es el secreto para envejecer bien”? (cuestionario 2003). Muchas de las evidencias recogidas en las personas estudiadas apuntan a la centralidad de las relaciones afectivas en lo que vivimos. Así, las relaciones significativas que cada un@ ha construido, los vínculos familiares y sociales que ha sostenido y cultivado, son claves en nuestros desarrollos y en nuestra salud. “All you  need is love”, ”todo lo que necesitas es amor”, cantaban los Beatles, en 1967. Y tenían razón esos escarabajos. Y al respecto, respecto de esta necesidad humana, en mi perspectiva, el verbo cultivar es sustancial, mejor si se conjuga en la práctica: cultivar nuestros vínculos cercanos, con regularidad, así estemos a kms de distancia, nos permite sobrellevar estreses, tan habituales hoy en día, lo mismo que las pérdidas y los sufrimientos. Así compartir alegrías y reconocimientos mutuos, platicar horas o ratitos, agradecer el goce de las mutuas compañías, mantener reciprocidades, abrazarnos frente a distintas circunstancias, en especial las tristes, son algunas de las expresiones de nuestras relaciones sociales significativas. Y lo ampliaría, como amabilidad y respeto cotidiano con otres, por ejemplo, en nuestros vecindarios y con nuestros medios ambientes.

2.Actividades y propósitos.

“ Después de cumplir los cincuenta años, ¿puedes decirnos a qué problemas vitales te has enfrentado que no te parecían importantes cuándo eras más joven? ¿Cómo has intentado enfrentarte a ellos?”(cuestionario del año 1975)

Definir y elegir líneas de oficios/ profesiones y ocupaciones, son primordiales a nuestros desarrollos, dilema al que nos enfrentamos cuando somos jóvenes, especialmente en la selección de aquellas carreras que se conectan con principios, valores que  puedan guiarnos en el modo como nos insertamos en nuestros pequeños mundos y sus escenarios. Y “como no todo está perdido…vuelve a imaginar que los ríos siempre dan al mar”, como canta D. Torres desde 1996, podemos darnos la posibilidad cierta, tal vez con sacrificios y reacomodos no gratos al inicio, de hacer cambios y re-definir nuestras actividades/labores/trabajos, en los 40s, 50s, en los 60s y definitivamente post jubilación, acorde a los recursos con los que contemos y los propósitos que nos guíen en estas décadas.

Siguiendo a Victor Frankl, a quien revisito por estos días y su propuesta de Logoterapia: “La búsqueda por parte del hombre del sentido de vida constituye una fuerza primaria y no una “racionalización secundaria “ de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo”, únicamente así la persona logra alcanzar un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido. Una estrella relevante del universo interno: el sentido de vida, el “deseo de significado”.

3.Aceptación y adaptación.

“La buena vida es un proceso, no un estado del ser. Es una dirección, no un destino” (Carl Rogers, “Convertirse en persona”).

Una de las preguntas del Cuestionario puede dar luces “¿ Cuál es tu filosofía para superar las malas épocas?” (cuestionario del Estudio Harvard, 1985)

Lo permanente es el cambio, de modo de ir siendo flexibles, adaptándonos a las transformaciones personales y sociales, requieren ciertas aperturas en nuestras actitudes y el modo cómo encaramos lo que cada un@ vive. Entonces “seguir el ritmo vs esconder la cabeza debajo del ala”, apunta a afrontar la verdad de los hechos y de nosotros mism@s, es más beneficioso que evitar las situaciones y/o conflictos; pedir ayudas cuando lo necesitamos, incluidas ayudas especializadas, modificar viejos hábitos y sustituirlos por nuevos y adoptar un modelo que muestra caminos para abordar lo que estemos viviendo en situaciones y suceso emocionales: “Mirar – Analizar- Seleccionar – Interactuar y Reflexionar”.  Aquí hay mucho paño que cortar.

Algunas conclusiones

“Juzga tus días no por las cosechas que recoges, sino por las semillas que plantas”, William Arthur Ward. Y sobre todo en relación a la calidad de nuestras vidas la conexión con los demás, los resultados del estudio, la resaltan en todo su esplendor y en sus sombras. Especialmente beneficiosas las relaciones positivas.

“Una buena vida”, como dicen Waldinger y Schulz, o las felicidades, evitando tenga la connotación de un producto a comprar como sucede con el paso del tiempo en nuestros cuerpos, el bienestar, requiere nuestros compromisos activos, en coherencia con nuestro ser y nortes que nos iluminen, en las 3 dimensiones señaladas.

Cultivar los vínculos, cuidar nuestros cuerpos, mentes y espíritus, atender los jardines y los entornos, puede marcar la diferencia en nuestras vidas y las de con quienes caminamos.

Referencias:
Waldinger, Robert y Schulz, Marc:”Una Buena Vida”.Planeta editores. 2023.

Frankl . Víctor: “El hombre en busca de sentido”, Ed Herder. Ed 1996.

En otoño, 2024

Psi. Ana Cáceres O.