Respondamos la pregunta que toda persona que consulta se hace antes de su primera sesión de acupuntura.
En Medicina China se dice que la salud es el equilibrio entre el funcionamiento del cuerpo, la mente y el espíritu.
Si el Yin y el Yang están equilibrados, la salud se manifiesta.
A su vez, la enfermedad se presenta cuando este equilibrio se rompe y da lugar a excesos o deficiencias que alteran la libre circulación del Qi.
La acupuntura es una técnica milenaria de la medicina tradicional china que reconoce meridianos o pasajes bioeléctricos que permiten la transmisión de impulsos a la médula espinal a través de la estimulación de una cavidad o punto de acupuntura, activando varios centros en el cerebro que liberan neurotransmisores ejerciendo un efecto homeostático en todo el cuerpo.
En la sesión de acupuntura, la o el terapeuta buscará encontrar diferentes signos y síntomas asociados a un meridiano y que nos muestren donde se ha producido el desequilibrio.
Observando la lengua y sintiendo el pulso, el acupunturista logra determinar la profundidad donde se encuentra y origina la desarmonía; conversando y preguntando sobre los aspectos diarios y de la historia de vida de la persona, también llegará a los estados emocionales que involucran tales desórdenes energéticos.
Como si el organismo fuera una radio, la o el acupunturista buscará “sintonizar” la energía a través de la inserción de agujas en puntos específicos, despertando y promoviendo la autorregulación del cuerpo.
Es así como los dolores disminuyen, las náuseas desaparecen, la mente se calma, el espíritu se alegra y el organismo en general se fortalece.
Pero volvamos a la pregunta inicial ¿me voy a mejorar con acupuntura?
Esta pregunta es recurrente en la consulta y la respuesta correcta es “depende”. Puede que su acción logre reestablecer esos excesos o deficiencias que te llevaron a la pérdida de la salud y bienestar. Pero en otras ocasiones, como en los casos crónicos, la acupuntura solo logrará disminuir los desequilibrios, regulando la respuesta natural del cuerpo y permitiendo que los síntomas molestos disminuyan a la vez que retrasen la probabilidad de la recurrencia en los episodios activos.
La acupuntura no es la panacea, pero sí es un gran recurso que promueve una respuesta concreta de tu organismo y te hace activo en tu recuperación.
Hay muchas enfermedades que pueden ser tratadas a través de la acupuntura con resultados finales concretos y positivos, mientras hay muchas otras que no serán curadas, pero sus síntomas y molestias pueden disminuir a través de esta terapia, lo que te llevará a una mejor calidad de vida a pesar de la presencia crónica de tu enfermedad.
La experiencia me ha dicho que siempre hay algo que hacer con acupuntura y siempre puedes obtener beneficios. Lo importante es que tu terapeuta los enmarque en el límite de lo realmente posible, evitando que se creen falsas expectativas.
¡Prueba una sesión de acupuntura, no te arrepentirás!
Ma. Ignacia Ramírez Atria
Prof. De Educación Física
Terapeuta en Medicina Tradicional China
Instructora de Taichi
@acupuntura.china